¡Buenos días mi vida!

¡Ey! Espero que hayas dormido bien. He salido antes de lo normal porque intento no ser normal. Ya sabes, tú mereces lo mejor y te lo quiero dar. Siento si me he movido mucho, sé que lo he hecho. Pero sé que sabías que lo iba a hacer. Y que seguiré haciéndolo. Soy culo inquieto y entiendo que a veces se hace difícil vivir conmigo. Pero ahí sigues, inocente y suave, con lo mala que puedes llegar a ser y has sido. Dormida te veo débil y confieso que escribo esto mirándote para sentir que te manejo como siempre he soñado hacerlo. Eres mía y te domino, trato de dirigirte a mil destinos y sueles enseñarme más de lo que estoy dispuesto a aprender. Algún día cambiaremos. Algún día querré saberlo todo y pasarás de mi. No siempre pasan cosas, no siempre latimos acompasados. Pero estamos vivos y nos hacemos compañía. Hasta que la muerte nos separe.

image

Qué dormida te veo, se ve que te hacía falta descansar. Nos pasaron tantas cosas de golpe que de repente nos cansamos y chocamos con ella. Monotonía. Es la banda sonora de la calma que nunca quisimos y a la que debimos acostumbrarnos. Y menos mal que siempre hemos sido ambiciosos y guardamos para mañana el premio que creemos merecer. Tú y yo acabaremos bien porque nunca dejaremos al destino que nos lleve a eso. Tú y yo acabaremos bien porque haremos lo que haya que hacer para acabar bien. El destino se deslizará a nuestro paso, junto a nosotros. Si existe, no lo veremos. Lo esquivaremos, le daremos la espalda. Aquí mando yo y sé que es es así como quieres que sea. En fin, no sé a qué hora te despertarás pero tengo miles de cosas que hacer. Sólo espero que cuando lo hagas leas esto con orgullo, que sientas que ha tenido sentido vivir conmigo. Me he puesto todo lo guapo que sé ponerme y tengo ganas de brillar. Quien sabe, quizá un día de estos te comparta con alguien, con alguien que nos haga brillar aún más y saque lo mejor de nosotros mismos, que saque cosas que ni siquiera sé que llevo dentro. Es justo lo que necesitamos.

Siempre te cuidaré mi vida, te alejaré de los problemas en la medida que sepa identificarlos y te llenaré de experiencias increíbles que nos hagan crecer, siempre, sin caer en el error de considerarnos ya lo bastante altos. No sé lo que durará esto pero ambos sabemos que un día acabará. Y seguramente sea mejor así, a estas alturas nadie nos ha enseñado a ser eternos y ciertas cosas no se aprenden si no te las enseñan. Pero no tengo mucho miedo a perder porque sigo vivo después de muchas derrotas. Si llega alguna más, te abrazaré fuerte y saldremos adelante. Tú y yo, como siempre lo hemos hecho. Así que duerme ahora que yo tengo mucho mundo que comerme. Quiero exprimirte y y hacerte bonita. Quiero vivirte vida mía, quiero hacerlo por los que no pueden vivir las suyas. Quiero vivirte por quienes vivieron poco y te hicieron oscura. Quién sabe qué sería de ti si ellos aún existieran y no sólo por dentro. Nadie nunca lo sabrá. Pero descuida, la incertidumbre no me frena. Lo que pudo ser no será. Pero seremos, de hecho ya somos.

Te escribo a ti mi vida, que aunque no eres eterna, me sirves para ser. Te cuidaré lo mejor que sepa, te vestiré de sueños y utopías, te llenaré de esfuerzos y melodías. Vendrás conmigo donde yo diga… y llegará ella. Y será ella a quien dé los buenos días.

 

Deja un comentario