Aún no ha empezado el día más largo

Esto es fácil. O no. Pero hazlo. Jamás te perdonaré si no lo consigues y doy por hecho que nunca dejarás de intentarlo. Piensa. Te he visto tan alto que me siento ridículo escribiéndote desde aquí abajo. Mírate. Vimos tanto en ti que ahora dudamos. ¿Qué ves tú? Admiré hasta tus defectos por lo bien definidos que estaban y temo que en tu espejo veas tu sombra y no aparezcas tú. Te deshaces. Brillaste por encima de mis posibilidades y ahora que te veo a media luz te pregunto alto, claro y sin tapujos: ¿te vas a rendir? Dime que no y yo sigo. Dime que no y te espero, pero no aquí, sino al otro lado. Búscame donde aprendí de ti que la vida es el contexto y vivir es el pretexto, que la vida es el regalo y siempre es mi cumpleaños. Encuéntrame donde absorbí tu magia que ahora sangra. Hemorragia, dudar te deshace y dudo que seas consciente de lo mucho que nos cuesta ver lo que eres, lo que eras, todo lo que puedes llegar a ser. Vuelve y sé, sé tu mismo. Activa el mecanismo de tu metabolismo y vuelve a inspirarme. No fue un espejismo.

Sigue leyendo